RAFAEL PLATERO
El mítico
equipo algecireño de cantera Atlantic sirvió para que se
estrenara en el balompié el centrocampista Rafael Platero
(padre). Dotado de una gran calidad técnica y de virtudes muy
positivas como organizador del juego, este futbolista estuvo en
el Ilicitano, filial del Elche, desde donde pasó a la Real
Balompédica Linense. Esto, pese a que el Sevilla quiso ficharlo
en la temporada 1965/ 66. En la 68/ 69 firmó por el Melilla y
regresó a la Balona en la siguiente. También formó parte de la
plantilla del Hellín Deportivo y terminó su carrera con el
brazalete de capitán en el Algeciras Club de Fútbol en la 1973/
74, en la que ascendió de Regional a Tercera (Ver Muy Especial).
Ha sido entrenador del equipo juvenil albirrojo y secretario
técnico de la entidad. |
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DANIEL MURÚA
El hispano-argentino
Daniel Murúa tenía
una zurda de oro de la que se benefició el Algeciras de la
temporada 1978/ 79, la primera en Segunda A tras una larga
travesía del desierto. La banda izquierda era de su propiedad y
su capacidad ofensiva le permitía, además, anotar bastantes
goles. Junto a su compatriota Brizzola conformó un dúo muy
creativo, que aún hoy rememora la afición. El apellido Murúa
vivió una segunda parte en nuestra ciudad, cuando el hijo de
este ídolo rojiblanco, Sergio, fue fichado por el club en la
campaña 1999/ 2000, con Quico Álvarez en el banquillo y en plena
búsqueda del ascenso a Tercera división.
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FRANCISCO SAUCEDO "QUICO"
Quico es un histórico
que encontraba en su carácter en el terreno de juego su
principal valía. Las defensas blanquirrojas no se entenderían
sin su presencia en el final de la década de los 70 y en la de
los 80, cuando se asienta plenamente en el primer equipo de El
Mirador. Capitán durante muchos años, Quico ha vestido la
camiseta del Algeciras en Regional Preferente, Tercera, Segunda
B y Segunda A. Pertenece a la generación de los jugadores
algecireños que han vivido con el primer club de la ciudad todas
sus glorias y miserias en la convulsa década de los 80. En esta
época llegaron a ascender a la categoría de plata en 1983 y,
posteriormente, hubieron de vivir numerosos cambios y
sobresaltos por las vicisitudes económicas por las que
atravesó
la entidad. De cualquier forma, esta generación siempre demostró
su amor por los colores del Algeciras. La afición recuerda de
Quico su garra y su fuerte personalidad en el campo.
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FERNANDO GALLEGO
Fernando Gallego (padre) ocupó, pasada su fase de jugador, el
banquillo algecirista en un
momento delicado y que él y los suyos convirtieron en el inicio
de una etapa apasionante. Bajo su dirección técnica se lograron
dos ascensos consecutivos. El primero, de Regional Preferente a
Tercera división en la temporada 1986/ 87. El segundo, de
Tercera a Segunda B en la 87/ 88. El Algeciras volvía a una
categoría que nunca debió perder. Gallego puede ser
perfectamente incluido entre los algeciristas que han estado
cuando la entidad los ha necesitado. En la 1988/ 89, en la
categoría de bronce, fue cesado y ocupó su puesto José Antonio
Asián. Un episodio que sirve de ejemplo para explicar sus
servicios al Algeciras acaeció en la liguilla ascenso a 2ªB de
la 1996/ 97, en la que junto a Ocaña hubo de sustituir a
Martínez Gámez (Ver Trozos de Historia). No les fue nada bien.
Gallego, que también entrenó al Estepona, es ahora responsable
del Colegio de Entrenadores en la comarca.
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GABRIEL NAVARRO "BABY"
Baby fue jugador y entrenador del Algeciras CF. Estos datos no
pueden describir por sí solos el verdadero calado de un
personaje que simboliza como pocos la relación amor-odio que
algunos algecireños han tenido con el primer equipo de la
ciudad. Tras una más que buena carrera como futbolista que le
llevó a conjuntos como el Club Deportivo Elcano (Tercera),
Algeciras, Atlético de Madrid y Cartagena, Baby se decide por
los banquillos para proseguir su
trayectoria
profesional. Después de siete años con la elástica albinegra del
Cartagena, Baby pasa otros tantos en tareas técnicas en el
conjunto murciano. En la temporada 1982/ 83, Antonio Ruiz Simón
le ficha para que ocupe el banquillo local en El Mirador. Baby
lo borda con sus pupilos y juntos logran el ascenso a Segunda A.
En la 83/ 84 es cesado. Un público furibundo lo acusa de ser
demasiado defensivo y fuerza su salida del club. Pasan los años
y Baby es fichado por la Real Balompédica Linense. El algecireño
será, con el tiempo, el entrenador que más veces se ha sentado
en el banquillo balono. Baby fue, en esta época, el máximo
responsable de que la Balona se asentase como una escuadra
clásica en la 2ªB y que a punto estuvo, incluso, de ascender a
la categoría de plata en una liguilla en la que hubo de medirse
a un potente Salamanca. En la temporada 1997/ 98, el Algeciras
está decidido a dar el salto a Segunda B. Se acaba de fracasar
en la liguilla de ascenso en la 1996/ 97 (1 punto de 18 posibles
con triunfo final del Motril). El algecirismo demanda regresar a
la categoría de bronce. Baby vuelve a El Mirador y, con
bastantes dosis de suerte, accede a la liguilla de ascenso y,
frente a Hellín, Granada 74 y Mérida Promesas logra dar el salto
de categoría. El entrenador se reconcilia con la afición, que 15
años después lo aclama el día del ascenso a puerta cerrada
contra el conjunto hellinero. En la 1998/ 99, en Segunda B, Baby
y los suyos ganan en Navalmoral de la Mata en la primera
jornada, empatan en casa con el Plasencia y enlazan después seis
derrotas consecutivas que acabarían suponiendo el cese del
técnico y una losa casi imposible de remontar. Amor y odio.
Éxitos y fracasos. El fútbol es así.
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ÁNGEL
El delantero Ángel
pertenece a la interesante lista de futbolistas algecireños que
hubo de resucitar al club desde su cuasi desaparición en el
negro verano de 1986. El Algeciras partió desde la Regional
Preferente en la 1986/ 87 pero la generación de la que Ángel
formaba parte
lo ascendió a Tercera y, en la Liga 1987/ 88, a Segunda B. Ángel
era un atacante que se desenvolvía igualmente bien como ariete y
como media punta. Calidad técnica, elegancia, velocidad y regate
eran las principales señas de identidad de su juego. Su juventud
era un símbolo del relevo generacional que se estaba viviendo en
el balompié algecireño en la década de los ochenta. Él y otros
-como el centrocampista Elorduy o el portero Carlos Villa-
pedían paso a los Antonio Ocaña y Julio Cabello, la vieja
guardia. La calidad de Ángel empezó a no pasar desapercibida
para otros clubes. Y el descenso a Tercera de la Liga 1988/ 89
provocó la marcha del viejo El Mirador de muchos talentos cuya
inexperiencia les impidió dejar al Algeciras CF en la categoría
de bronce. Ángel fue uno de ellos. Primero lo fichó el
Valladolid aunque lo dejó cedido al Algeciras. Sus mejores
temporadas las cuajó en el Atlético Marbella que ascendió desde
Tercera a Segunda A y en el Granada CF. En el ocaso de su
trayectoria deportiva, a finales de los noventa, Ángel formó
parte de la plantilla algecirista en la Tercera división.
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JOSÉ LUIS BATISTA
El
canario José Luis Batista fue un hombre-gol clave para el
Algeciras Club de Fútbol que se introducía con paso firme en el
siglo XXI. Batista llegó a jugar en el viejo El Mirador para
enfrentarse al club rojiblanco en la campaña 1998/ 99 (2ªB),
cuando vestía la camiseta del Motril. El Algeciras lo ficha en
el verano de 1999. El equipo había descendido a Tercera tras
fracasar en la eliminatoria de permanencia con Aurrerá de
Vitoria y Caudal de Mieres. Batista era, ante todo, garantía de
goles para intentar volver a la
categoría
de bronce. El canario no defraudó las expectativas en absoluto.
Sin ser un virtuoso de la técnica ni un genio del balón, Batista
fue en el Algeciras un delantero muy profesional, que siempre
estaba dispuesto a rematar la faena y que atesoraba un olfato de
gol y un oportunismo a prueba de bombas. Formó con el onubense
Antonio Ángel Tavira un dúo letal, que dio muchísimas tardes de
alegría a la hinchada y que ésta recordará bastantes años. En la
1999/ 2000, la del peregrinaje por la Tercera, marcó casi
treinta goles. Con una sangre fría que dejó helada a la ciudad,
el delantero canario marcó el penalty contra el Maracena que
devolvió al Algeciras a 2ªB en el domingo rociero de la Feria
Real de 2000. En la Liga 2000/ 01 permaneció en la entidad y
volvió a dar muestras de su facilidad anotadora. La llegada del
técnico Tébar en el último tramo de esta temporada fue el
principio del fin de Batista en la entidad rojiblanca. El
delantero se marchó contrariado por la falta de confianza del
entrenador en él para la 2001/ 02. Su carisma y su lucha por los
colores algeciristas, sin embargo, dejaron una huella en la
afición que ésta no olvidará.
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JOSÉ CARLOS TRASSANTE MARTÍNEZ
El
uruguayo Carlos Trassante ha sido uno de los ilustres
extranjeros con los que ha contado el Algeciras Club de Fútbol a
lo largo de su casi centenaria historia. Con 17 años debutó en
la primera división
de su país y vistió la camiseta de la selección nacional
juvenil. A su llegada a España, Trassante jugó tres campañas en
el Rayo Vallecano y después fichó por el Xerez. El futbolista,
nacionalizado español, se enfunda la elástica albirroja en 2ªA
en la temporada 1979/ 80, que concluyó con descenso a la
categoría de bronce del balompié nacional. Era un líbero de
auténtico lujo, que llevaba la manija defensiva de su equipo
moviendo el balón con una gran clase. La historia de Trassante
incluye un episodio triste para el algecirismo, ubicado
temporalmente en la recta final de la campaña 1983/ 84. El
futbolista militaba con el Cartagena en 2ªA, un bloque en el que
por cierto coincidió con el sanroqueño Biri, que a esas alturas
era otro ex algecirista. De un Algeciras-Cartagena dependía en
buena parte la permanencia rojiblanca en la categoría de plata.
La defensa local hizo una falta al borde del área. Trassante
lanzó un trallazo, el balón tocó en el larguero y entró para
acercar aún más al Algeciras a un descenso en una temporada para
olvidar. El hispano-uruguayo es ahora un técnico con experiencia
en Tercera y Segunda B.
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JERÓNIMO RODRÍGUEZ VILLALBA
Una
de las mejores épocas de la reciente historia algecirista
permitió a la afición disfrutar en El Mirador con auténticos
malabaristas del balón. El paraguayo nacionalizado español
Jerónimo
Rodríguez Villalba
fue uno de ellos. Antes de llegar al Algeciras a finales de la
década de los 70, Villalba había estado en el Sevilla Fútbol
Club (2 temporadas) y el Córdoba (1 campaña). En su estreno
sevillista en primera división, el futbolista, recién aterrizado
de Paraguay y con 20 años cumplidos, supera la veintena de
partidos jugados. Villalba estaba sobrado de técnica y dotado,
además, de una gran clase. La carencia más importante de su
juego era que su esfuerzo físico en el campo era muy limitado.
Esto le acarreó más de una bronca de la hinchada, que soñaba a
medio camino entre la admiración y la irritación con una mayor
aportación de un futbolista con tanta calidad. Con el Algeciras
CF estuvo en la Segunda A de las temporadas 1978/ 79 y 1979/ 80,
aunque su aspiración por entonces era regresar a división de
honor. A punto estuvo de hacerlo para jugar en el Almería, pero
el fichaje no cuajó y Villalba se quedó en el Campo de
Gibraltar.
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RAFAEL QUINDEJO
Para
encontrar un buen referente de pundonor algecirista en el centro
del campo en el final de la década de los 60 y en la de los 70
hay que acordarse, ineludiblemente, de Rafael Quindejo. Este
ídolo albirrojo se dejaba el alma en los terrenos de juego.
Además, no estaba nada falto de calidad. Quindejo nació en
Carmona pero se afincó definitivamente en nuestra ciudad. Fue
partícipe de dos de los ascensos más recordados en la andadura
del Algeciras Club de Fútbol. Uno de ellos de Regional a Tercera
en la campaña 1973/ 74, certificado en la localidad aragonesa de
Barbastro. El otro, en 1978 frente al Gerona, fue de 2ªB a
Segunda A.
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JUAN LÓPEZ HITA
La
historia de Hita es la de un hombre hecho a sí mismo que a los
12 años trabajaba en una pastelería y a los 14 en una fundición
de hierro de la Isla Verde hasta que, a los 18, hizo de su
pasión por el fútbol una profesión. Creció desde la cantera:
Atlantic, Piñera, Rayos X y Algeciras juvenil marcaron sus
primeros
pasos hasta la Selección Andaluza y el primer equipo algecirista.
Hita llegó al Sevilla en la Liga 1966/67 y se convirtió en un
imprescindible de los de Nervión durante más de una década. Fue
internacional cinco veces con España. Contra Irlanda del Norte
(Sevilla/año 1971-3/0), ante Chipre (Granada- 6/0), frente a
Portugal (Vigo- 0/0) y contra Suiza. También fue convocado para
jugar frente a Rusia pero una lesión de menisco le impidió
acudir y comenzó a marcar su declive. Un Algeciras/ Betis en 2ªA
en El Mirador (Liga 1978/79) fue su adiós oficial. Cambió las
botas por los banquillos. En la temporada 1991/92 se quedó a un
gol de devolver al Algeciras a 2ªB. Le bastaba ganar al Toledo
en El Mirador, pero los castellanos aguantaron el empate (0/0) e
Hita sufrió uno los mayores palos de su vida deportiva. Su
trayectoria, cincelada de momentos estelares como haberse
enfrentado con éxito a mitos del fútbol como Johan Cruyff o
George Best, es un patrimonio para el fútbol algecireño.
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ANTONIO MOLINA
Antonio Molina estaba en el Algeciras juvenil en la temporada
1988/ 89 y, en el primer equipo, en la campaña
siguiente.
Este defensa central se formó en el Loluba, un modesto club de
cantera del barrio de La Granja. El Algeciras y Molina son
inseparables a lo largo del decenio de los noventa. Viste la
albirroja en Regional Preferente, Tercera y Segunda B. Su gran
mentor cuando era ya un futbolista maduro fue el técnico
madrileño Manuel García Calderón, que no pudo evitar el descenso
a Tercera de la 1998/ 99. Este entrenador llegó a decir de
Molina que, de haberse enfocado sus potencialidades de otra
forma, habría jugado en Primera. Una de sus tardes más
triunfales fue la del domingo 29 de octubre de 2000. Marcó dos
goles en la décima jornada de liga al Coria en Segunda B, en una
remontada albirroja en el Nuevo Mirador que concluiría con un
espectacular 6-3. El verano de 2002 supuso su adiós al club.
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ÁNGEL CRUZ BRAVO "PILÍN"
Pilín era un extremo izquierdo clásico que marcó época en el
Algeciras Club de Fútbol de las décadas de los
40
y 50. Siempre demostró su pasión por los colores rojiblancos, a
cuya defensa dedicó casi toda su trayectoria si exceptuamos su
estancia en el Ronda, al que marchó en 1955. Tal fue su huella
como jugador y seguidor de los avatares algeciristas, que la
hinchada lo agasajó masivamente en un homenaje organizado por la
Asociación de Veteranos del Algeciras el 10 de abril de 1999,
mucho tiempo después de que Pilín decidiese su retirada de los
terrenos de juego. Este histórico extremo falleció el 6 de
noviembre de 2002, a los 82 años y después de haber vivido con
emoción el constante reconocimiento de una afición que no olvida
que estuvo mucho más de medio siglo pensando en rojo y blanco.
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JUAN GÓMEZ DEL CURA
Barbastro, una lejana población aragonesa, marca un hito en uno
de los históricos ascensos del Algeciras en la década de los 70.
El punta algecireño Juan Gómez del Cura es uno de esos héroes de
Barbastro. Su corazón futbolístico está partido en dos
mitades.
La una, vivida en El Mirador. Y la otra, en Balaídos y vestida
con la camiseta celeste del Celta de Vigo. Después de muchos
goles y centros perfectos desde la banda con el Algeciras, Del
Cura fue fichado por el club gallego y allí disfrutó de las
mieles de la Primera división. Su complicidad con Ángel Sáez
resultaba mortal de necesidad para los rivales. Suárez, Del Cura
y Lucas compusieron una de las tripletas atacantes que la
hinchada viguesa no olvida por más que pasen los años. Este
futbolista fue capaz de sobreponerse a bastantes lesiones,
mientras la precisión y el olfato de gol le acompañaban hasta el
final de su trayectoria.
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Vicente Gómez
El alicantino de Elda
Gómez fue el portero de la última época dorada del Algeciras
Club de Fútbol en 2ªA, en la temporada 1983/ 84. También guardó
la puerta en el viejo El Mirador
en la triunfal campaña 1982/ 83, en la que los algecireños
apenas perdieron y en la que acabaron logrando el ascenso bajo
la dirección técnica de
Gabriel Navarro “Baby”.
Gómez mezclaba agilidad, sobriedad y buena colocación bajo los
palos. No era un guardameta estrambótico ni que gustara de
exhibirse. En el juego aéreo era un especialista sobresaliente.
Tuvo como suplente al que después se consagraría como uno de los
grandes de la portería en el Campo de Gibraltar, el barreño
Juano, que vistiera los colores de Balompédica Linense y Club
Deportivo Málaga, entre otros.
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JUANITO MÁRQUEZ
La historia del
Algeciras Club de Fútbol ha estado jalonada por la presencia de
grandes guardametas. Uno de ellos fue Juanito Márquez, que a
punto estuvo de fichar por el Fútbol Club Barcelona en la década
de los sesenta. Ágil y muy sobrio bajo los
palos, Márquez es integrante de una hornada de buenos
deportistas algecireños que dio grandes alegrías a la afición.
Él recuerda especialmente a jugadores de importante trayectoria
como Miguel León, Arturo, Mendoza, Juan José, el marroquí Riffi
o Soler. A Juan Márquez es fácil verlo en el Nuevo Mirador
disfrutando del juego algecirista en la temporada 2002/ 03. Este
futbolista se inició en el Corchera Española, un club de la
cantera local, para pasar después al Atlético Algecireño y
llegar, finalmente, al primer equipo de la ciudad bajo la
dirección técnica de Miguel Abella. Estuvo a prueba en el Barça,
pero su fichaje se frustró a última hora.
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MANUEL MARÍN GRANDY "PERIQUITO"
Periquito es
el autor del que quizá sea el gol más célebre en la historia
rojiblanca. Fue el 19 de junio de 1963, en el desaparecido campo
valenciano de Vallejo. Atlético Baleares y Algeciras se
disputaban el ascenso a la categoría de plata del balompié
español.
Y fue Periquito el que consiguió el pasaporte en campo neutral.
Era la primera vez que el Algeciras ascendía a Segunda (entonces
no había "A" ni "B"), el inicio de una edad de oro para el
fútbol algecireño. El equipo fue recibido por multitudes que
aguardaban su regreso en las calles de una ciudad en plena
celebración de la Feria Real y el ascenso. Subidos en vehículos,
llevados en volandas por la gente, los algeciristas entrenados
por Paquirrini rubricaron una página mítica del deporte local
con nombres como Bruna, Martín Esperanza, Torollo, Mendoza cómo
no, Periquito. Su figura da hoy nombre a un pabellón
polideportivo cubierto construido en el barrio de La Piñera.
Jugó en equipos como Almería, Racing Portuense o Balompédica
Linense, en éste último, entrenado por Andrés Mateo.
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Juan de Dios
El
algecirismo no tardó en reconocer la figura rematadora de Juan
de Dios. Pocas veces se habrá visto a un profesional del fútbol
con mejor capacidad para sacar provecho de su físico. Frente
a
una anchura que podría hacerlo inmóvil, Juan de Dios tenía un
salto portentoso. Su reto era superar por alto a defensas que,
la mayoría de las veces, le sacaban más de una cabeza de
estatura. Y ahí no quedaba todo. El atacante disponía de una
especial habilidad para dirigir el balón allá donde su cerebro
consideraba que los guardametas rivales no iban a llegar.
Jugador de la década de los setenta, Juan de Dios encontró en
los centros que enviaba Del Cura desde la banda un filón que le
hizo acabar varias ligas con muchos goles en su haber. Fue uno
de los Héroes de Barbastro de la Liga 1973/ 74 (Ver Muy
Especial). Su buen hacer no tardó en trascender allende el Campo
de Gibraltar y militó en el Sevilla FC durante tres campañas. El
Eldense fue otro de los equipos en los que jugó antes de
regresar a su tierra para colgar las botas.
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ÁNGEL SÁEZ
Existen
algunas personas que nacen con un talento natural hacia una
determinada actividad. La naturaleza se encarga después de que
la puesta en escena de ese talento se convierta en
hecho consumado. Ángel Sáez, delantero, nació con el fútbol, la
técnica y la visión que conllevan en la cabeza. Y sólo su
carácter alérgico a la disciplina excesiva impidió que Sáez
fuese una estrella de ámbito mundial, sin nada que envidiar a
cualquier crack de los que hoy cobran cantidades
multimillonarias. Sáez marcaba goles con una naturalidad que
asustaba a propios y extraños. Siempre estaba perfectamente
situado en el área. Elegía el momento sin dudar. Acertaba a poco
que tuviese ocasión. La afición todavía añora su regate y la
garantía de gol y fútbol arte que suponían su presencia. La
década de los 70 fue suya. Y también el algecirismo
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FRANCISCO SAUCEDO "QUICO"
Quico es un
histórico que encontraba en su carácter en el terreno de juego
su principal valía. Las defensas blanquirrojas no se entenderían
sin su presencia en el final de la década de los 70
y en la de los 80, cuando se asienta plenamente en el primer
equipo de El Mirador. Capitán durante muchos años, Quico ha
vestido la camiseta del Algeciras en Regional Preferente,
Tercera, Segunda B y Segunda A. Pertenece a la generación de los
jugadores algecireños que han vivido con el primer club de la
ciudad todas sus glorias y miserias en la convulsa década de los
80. En esta época llegaron a ascender a la categoría de plata en
1983 y, posteriormente, hubieron de vivir numerosos cambios y
sobresaltos por las vicisitudes económicas por las que atravesó
la entidad. De cualquier forma, esta generación siempre demostró
su amor por los colores del Algeciras. La afición recuerda de
Quico su garra y su fuerte personalidad en el campo.
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MANUEL QUINTERO
El futbolista
barbateño Manuel Quintero hizo época en la banda derecha
del ataque algecirista a mediados de los ochenta. Jugó en el
viejo El Mirador en Segunda B y A de la mano de su mentor en
Algeciras, Gabriel Navarro “Baby”. Aunque a veces pecara de
individualismo, Quintero se caracterizaba por su capacidad de
llegada al área rival y los balones de los que surtía a los
delanteros albirrojos. Su nombre balompédico, Manolito Quintero,
es uno de los más recordados de las alineaciones rojiblancas en
una de las etapas más bonitas del Algeciras Club de Fútbol.
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JULIO CABELLO ORTEGA
Cabello es,
simplemente, el máximo goleador de la historia del Algeciras. Su
figura es leyenda para el algecirismo y sinónimo de goles. Ha
jugado con el club en Regional Preferente, Tercera, Segunda B y
Segunda A, es decir, en todas las categorías por las que ha
pasado la entidad.
Corpulento, potente y letal en el área, eligió para colgar las
botas, precisamente, un día de ascenso: 18 de junio de 1995. En
esta fecha, el Algeciras dejó atrás uno de los episodios más
negros de su trayectoria, cimentado en dos temporadas
consecutivas en Regional. Cabello salió a hombros de El Mirador,
en plena euforia por un 4/0 ante el Villanueva de Córdoba,
pasaporte para el regreso a categoría nacional. El delantero
centro vistió la albirroja a finales de los 70, en los 80 y
hasta 1995. Logró un ascenso con el Eldense durante una estancia
de dos temporadas en el club alicantino. Vivió muchas tardes de
glorias y tragedias deportivas con el Algeciras. También jugó en
el Albacete Balompié y el Pontevedra, además de haber sido
internacional con la selección española juvenil. Una grave
lesión influyó en su carrera cuando, bastante joven, apuntaba
muy alto. Baste un simple muestrario de sus números goleadores
con el Algeciras en la década de los noventa (en plena travesía
por Tercera y Preferente) para hacerse una idea de su
aportación: marcó 17 en la 90/91; 14 en la 91/92; 9 en la 92/93;
22 en la 93/94 y 13 en la 94/95, la de su retirada. Dejar el
fútbol le costó la misma vida. Hoy mata la melancolía en los
banquillos.
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JOSÉ GIL "PEPITO"
Pepito fue un
producto de la cantera algecireña que empezaba a brillar a
principios de los 80. Defensa recio, con empuje
y buena
colocación sobre el campo, Pepito ya estaba en la plantilla que
logró el ascenso en la 82/ 83. En esta etapa no era más que un
niño prodigio de la retaguardia algecirista. El joven se hizo
maduro y, pasado algún tiempo, marchó a la Sociedad Deportiva
Compostela para regresar después a Algeciras. Ha jugado con la
entidad en todas las categorías en las que ésta ha participado
oficialmente a lo largo y ancho de su historia. Sus lanzamientos
de falta y al borde del área han subido bastantes goles a la
vieja torreta de El Mirador. Hoy ya ayuda a los jóvenes desde el
banquillo de su retirada.
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Juan
Antonio García
Sólo tener
poca estatura y una acusada tendencia a coger kilos privaron al
delantero centro Juan Antonio de haber sido
una estrella de ámbito mundial. Calidad, toque y un regate
endiablado y rápido eran las principales señas de identidad de
este atacante, un clásico ratón de área. Con sus goles ayudó al
Algeciras a volver a Tercera división en 1995 y, en 1998, a
Segunda B. Fue en la etapa de su regreso a la ciudad, después de
haber formado delantera en el Cádiz con Francisco Narváez "Kiko".
Juan Antonio ha sido también un ídolo para las aficiones de Real
Balompédica Linense y Cortijillos, clubes en los que ha podido
demostrar su inmensa clase.
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DAVID VADILLO
David
Vadillo fue una de las últimas perlas que la amplia cantera
salesiana aportó al fútbol algecireño. Vadillo, criado
deportivamente en
el mítico campo de albero del colegio María Auxiliadora, podía
jugar como media punta y delantero. El Bosco fue su primer
equipo. Lo tenía prácticamente todo: habilidad, velocidad,
regate, visión de juego, oportunismo y mucho gol. Integrante de
una familia algecirista de los pies a la cabeza, David Vadillo
debutó con el primer equipo rojiblanco a principios de los
noventa. En esta década ayudó al Algeciras CF a volver a Tercera
en la Liga 1994/ 95. En esta categoría y Regional Preferente
vistió la camiseta albirroja en el viejo El Mirador.
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ANTONIO OCAÑA
El defensa
Antonio Ocaña fue, en las décadas de los 80 y 90, ejemplo de
servicio al Algeciras Club de Fútbol. Tras una larga etapa como
jugador (estuvo también en la plantilla del Betis) se retiró en
la 88/ 89. Su primera experiencia en el banquillo llegó en la
Liga 1991/ 92, como segundo de Hita. Con un equipo formado
mayoritariamente por jugadores locales se quedaron a un solo
gol
del ascenso a 2ªB, en el trágico partido en el que se empató a
cero con el Toledo en El Mirador. Se sentó en el banquillo por
pura necesidad de la entidad en algunas jornadas de la nefasta
1992/ 93, la del descenso a Preferente. Ocaña es primer
responsable desde pretemporada en la campaña 1994/ 95. Coge a un
Algeciras en uno de los peores momentos de su historia,
totalmente abandonado por su afición y que se dispone por
segunda liga consecutiva a jugar en Regional. Triunfó y ascendió
a Tercera, tras una liguilla con Alcalá, Riotinto Balompié y
Villanueva de Córdoba. El segundo reto también lo cumplió a la
perfección: consolidar al club en Tercera con la filosofía del
presidente Bernardo Martín, basada en cuentas austeras y
futbolistas de la casa mezcla de juventud y veteranía. Con
Fernando Gallego estuvo como segundo en la frustrante liguilla
de la 1996/ 97 y acompañó a Baby en la campaña del ascenso a 2ªB
de 1998. Ocaña ha sido un hombre de club, cuya trayectoria ha
sido ejemplo de servicio a la entidad cada vez que se le ha
necesitado
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ANDRÉS MATEO VILCHES
Mito para el
algecirismo y el sevillismo, internacional absoluto con la
selección española, sabio en el terreno de juego y en los
banquillos, Andrés Mateo lo ha sido absolutamente todo para el
fútbol local y andaluz. Calificado como el mejor futbolista
algecireño de todos los tiempos, el medio volante izquierdo dejó
huérfana
la historia viviente de su pueblo el martes 4 de mayo de 1993,
el día de su fallecimiento. Andrés Mateo fue algecirista hasta
la médula desde su nacimiento en la calle Alta (Juan Morrison).
Jugó primero en conjuntos locales como Los Pugilatos y La
Pandilla, que después se convertiría en el Algeciras Atletico.
Estuvo en el Cádiz y en el Sevilla. Los más mayores de la
capital hispalense recuerdan a Andrés Mateo, que tiene su propio
espacio en la historia sevillista. En Algeciras, ya como
entrenador, se centró especialmente en la cantera y fue el
míster eterno de los juveniles rojiblancos y de la escuela
municipal de fútbol. Tiene en su haber dos ascensos en el
banquillo albirrojo, uno de ellos contra el Gerona de 1978. Y
como patrimonio, sobre todo, haber sido siempre un algecirista
de corazón que nunca fallaba cuando su club lo necesitaba.
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JUAN
HERRERO "ESPÁTULA"
El futbolista
algecireño Juan Herrero aguardaba impasible a que, cada verano,
el equipo rojiblanco fichase algún jugador foráneo para ocupar
la banda derecha de la defensa. Su indiferencia se basaba en
que,
llegase quien llegase, el titular en el lateral diestro de la
retaguardia algecirista iba a ser él mismo, Juan Herrero,
Espátula, apodado así por la afición gracias a su delgadez
extrema. Este ídolo era un derroche de pundonor, entrega y
garra, una garantía de empuje y desgaste físico que ningún
entrenador podía despreciar. Herrero es otro de los históricos
que ha vestido la camiseta albirroja en cuantas categorías ha
jugado oficialmente el Algeciras Club de Fútbol. Estaba en el
ascenso logrado en Barbastro en 1974 y el conseguido en El
Mirador frente al Gerona en 1978. La ciudad y su afición
balompédica perdieron a Juan Herrero de una forma triste y
misteriosa: un temporal lo arrastró al mar en el puerto y jamás
volvió a saberse.
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JUAN JOSÉ SÁNCHEZ "JUANJO"
Juanjo fue un
fijo de las plantillas algeciristas a finales de los ochenta y
durante toda la década de los noventa. A su carisma en el
vestuario -ue capitán bastantes temporadas- se unía su briega y
trabajo
constante en el centro del campo. Era muy polivalente. Podía
jugar sin problemas en la defensa, donde parecía sentirse tan
cómodo como en el círculo central. Estas cualidades lo
convertían en un jugador imprescindible que, sin gran calidad
técnica, reunía prácticamente todo lo que cualquier entrenador
quiere tener en la medular del rectángulo de juego. "El vasco",
como era conocido por el algecirismo, se implicó de pleno en los
malos tiempos albirrojos del deambular por Tercera y Preferente.
Ya estaba en el club en la Segunda B de la 1988/ 89 y participó
en el regreso a la categoría de bronce de la 1997/ 98. Toda una
década de entrega a los colores rojiblancos.
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JUAN
JOSÉ FONCUBIERTA MALIA
Juan José
formó parte activa de la histórica plantilla algecirista que
logró el ascenso a Segunda del 19 de Junio de 1963. Defensa
central de fuerza
y toque, este futbolista pasa por los clubes de cantera
algecireños hasta que ficha por la Sociedad Deportiva Los
Barrios para jugar en Primera Regional. De aquí pasa al Barbate,
que militaba en Tercera. El Algeciras lo incorpora en la 1957/
58 y en la 1960/ 61 lo reclama la Unión Deportiva Las Palmas,
que competía en la categoría de plata. Es poco después cuando
regresa a Algeciras y le da tiempo a participar del recordado y
pionero ascenso. Juega un año más en El Mirador y después pasa
por Ibiza, Estepona, Díter Zafra y Plasencia, en el que se
retira en la campaña 1968/ 69. Atrás quedaba una trayectoria
teñida por la rapidez, la fuerza y la calidad en el juego aéreo.
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FRANCISCO MARTÍNEZ CABA "GALLEGUITO"
Galleguito
estuvo jugando al fútbol mientras pudo. Era un delantero muy
fino, sobrado de técnica, con clase y un oportunismo en el área
que le mantuvieron unido al gol durante toda
su trayectoria deportiva. Su olfato goleador dio muchas alegrías
a la hinchada. En el Algeciras estuvo en las décadas de los 70 y
los 80 y vivió los intensos vaivenes del club en esos años.
Marcó uno de los dos tantos del célebre ascenso a 2ªA contra el
Gerona en 1978. Llegó a pertenecer al equipo amateur del Real
Madrid. Cuando cumplió 44 años la Peña Algecirista, que tenía su
sede en la calle José Antonio, le brindó un emotivo homenaje por
mantenerse aún en activo y en competición oficial. La Unión
Deportiva Pastores ha sido el segundo equipo en su corazón. Con
esta entidad se enfrentó al Algeciras en Preferente en los
noventa y allí colgó las botas no sin antes recibir el escudo de
oro del club. También con el Pastores empezó su carrera -aún
vigente- en los banquillos.
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BENITO SÁNCHEZ POSTIGO
Benito formó
parte del Algeciras 1983/ 84 de Segunda A. No era más que el
inicio de una brillante carrera que le llevó al Cádiz de la
categoría de plata y la Primera división (Temporadas 84/ 85, 85/
86 y 86/ 87) y, después, al Elche CF. Benito fue el máximo
goleador en una de sus campañas en el conjunto levantino y
ascendió con él a Primera división. Su entrenador de entonces,
Felipe Mesones, lo tenía catalogado como un pulmón para el
equipo. El futbolista algecireño ficha por el Castellón para
jugar también en división de honor, pero en esta ciudad las
cosas se tuercen y el equipo desciende. La vida deportiva de
Benito Sánchez tiene su última estación en el Hércules de
Alicante, donde viviría otro ascenso a la élite del balompié
español. Aquí juega varias temporadas. En la primera vuelve a
ser el futbolista lleno de la garra y el empuje que siempre le
caracterizaron, pero en la segunda una grave lesión de rodilla
supone casi el adiós a los terrenos de juego. El 30 de junio de
1997 acabó su contrato con el Hércules.
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ANTONIO
RIVAS
Este espigado
futbolista comenzó su carrera deportiva profesional en la
Agrupación Deportiva Ceuta. Después fue fichado
por el Real Valladolid y capitaneó al Celta de Vigo en Primera
división. Todo ello, en el final de la década de los sesenta y
en la de los setenta. Rivas dio en Algeciras grandes tardes de
fútbol en el tramo final de su andadura. Logró vestido de
albirrojo el ascenso a 2ªA de la temporada 1977/ 78, certificado
en el viejo El Mirador frente al Gerona. Fue prácticamente su
adiós al balompié. Para entonces, Rivas ya había dejado tras de
sí una estela de carisma en los vestuarios que le proporcionaba
siempre el brazalete de capitán y una fama ganada a pulso de
buen hacer sobre los terrenos de juego.
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ITOR SANTOS
El
centrocampista navarro Aitor Santos llegó al Algeciras CF desde
Talavera en la temporada 2000/ 01. El equipo logró esa campaña
una permanencia agónica en Segunda B, tuvo a dos entrenadores en
su banquillo -Quico Álvarez y Andrés Tébar- y Aitor no tardó en
convertirse en uno de sus referentes. En Algeciras fue
un jugador sólido, polivalente y todoterreno. Siempre serán
recordadas sus entradas por la banda derecha y su velocidad,
nunca al margen de una inusual capacidad goleadora para el
puesto que ocupaba. En la Liga 2001/ 02, Aitor volvió a cooperar
decisivamente en una salvación compleja, lograda en la última
jornada frente al Écija y en la que el Algeciras estuvo algunos
minutos descendido. En ese ejercicio, el futbolista pamplonica
estuvo a las órdenes de Tébar y el sevillano José Ángel Moreno.
La temporada 2002/ 03 fue suya. Convertido en uno de los hombres
de máxima confianza de José Luis Montes, el entrenador que llevó
al Algeciras CF a Segunda A después de veinte años, Santos vivió
su explosión como jugador. Se permitió el lujo de poner el
colofón en la liguilla de ascenso, en la que al equipo
algecireño le bastaron 4 goles para dar el salto de categoría
frente a Burgos CF, Athletic de Bilbao B y Zamora CF. Dos de
esos cuatro goles -el 1-0 con el Zamora en el Nuevo Mirador y el
0-1 frente al mismo equipo en su estadio Ruta de la Plata-
fueron suyos.
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BERNARDO
JOVER OROZCO “NANI”
“Nani” fue un
letal lanzador de penas máximas, un extremo derecho muy
veloz que marcó bastantes goles y un futbolista apreciado en
todos los equipos a los que perteneció. Al Algeciras de las
temporadas 1960/ 61 y 1961/ 62 llegó procedente del Jerez. Había
defendido previamente los colores del Sans de Barcelona, Barbate
y Atlético de Ceuta. Nació en Cádiz el 14 de abril de 1936.
Manuel Marín “Periquito” recuerda de él su habilidad desde el
punto de penalti y destaca su bondad como persona, que le hizo
carismático en cada entidad en la que se desarrolló su carrera
deportiva. Ambos coincidieron, tras marcharse de Algeciras, en
el Antequerano.
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NEMESIO
El
guardameta tinerfeño Nemesio fue el titular de la portería
algecirista en la temporada 1977/ 78, la del ascenso a Segunda A
contra el Gerona. Este futbolista era un auténtico felino bajo
los palos. Se caracterizaba porque llegaba a despejar o atajar
los balones más complicados que le lanzaban los rivales. Eso sí,
Nemesio comenzaba a presentar carencias a medida que se alejaba
del área pequeña. Sus salidas no eran muy ortodoxas. Este
problema fue la causa de algún que otro tanto encajado por el
Algeciras de su época. Su agilidad y calidad humana eran
extraordinarias. Siguió en la entidad en la Liga 1978/ 79, en la
categoría de plata.
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ANTONIO VARGAS QUINTERO "BIRI"
Biri era,
desde el centro del terreno de juego, visión, técnica, fuerza y
efectividad. Donde
ponía el ojo ponía el balón. Nació en la Estación de San Roque.
Formó parte de la cantera del Club Deportivo San Bernardo hasta
su llegada al Algeciras CF. Biri fue con la selección española
al campeonato mundial juvenil disputado en Japón en 1979. En ese
mundial estuvo con Argentina un futbolista habilidoso y
desconocido, de nombre Diego Armando Maradona. En la
competición, Biri fue designado mejor jugador por encima incluso
de El Pelusa. No tardó en ser fichado por el Sevilla y pasó
después por el Cartagena, donde compartió vestuario con otro ex
algecirista, Carlos Trasante. Biri estaba en la plantilla del
ascenso a 2ªA de la 1977/ 78. Ya en el final de su carrera
deportiva volvió a la entidad para jugar en Tercera división a
principios de los noventa.
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MANUEL MADERAL VILLA
Si entre los
extremos que han vestido la camiseta del Algeciras
confeccionásemos un grupo de auténticos elegidos, en ese
conjunto no debería faltar Manolo Villa. O Villa, como lo
recuerda la hinchada. Este extremo, pleno de técnica y
velocidad, era un auténtico estilete, un bisturí que hizo mucha
pupa por las bandas a cuantos
rivales se enfrentó. Villa ya jugó con el Algeciras en la 2ªA de
la 1983/ 84. Fueron sus primeros pasos en el profesionalismo. El
Cádiz lo ficha junto al también algecireño Benito para jugar en
Primera. En Carranza se convierte en un baluarte y después tiene
continuidad en la élite en el desaparecido Club Deportivo
Málaga. Villa derrocha en ambas capitales andaluzas lo mejor de
su fútbol. Es la época en la que brilla con más fuerza y en la
que es llamado por la selección española sub-21. Del Málaga
marchó a un ambicioso Atlético Marbella que hizo un buen papel
en 2ªA en los noventa. La carrera del extremo algecireño como
futbolista concluye en el Córdoba CF. En su llegada a los
banquillos cuenta con un maestro de lujo, el malogrado Quico
Álvarez, con quien comparte la dirección técnica algecirista.
Villa es ahora entrenador del Algeciras B, al que ha ascendido a
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MANUEL INFANTE
Manuel
Infante se inscribe en el reducido grupo de grandes porteros del
Algeciras Club de Fútbol. Su carrera deportiva se desarrolló en
las décadas de los cincuenta y sesenta, coincidente
con la época dorada del club de El Mirador. Visión y reflejos
eran sus principales cualidades. Participó en la inauguración
del viejo estadio algecireño en junio de 1954 como guardameta
suplente de la Selección Andaluza. Infante formó parte del
Algeciras del primer ascenso a Segunda división, en la Liga
1962/ 63, aunque Torollo, el titular indiscutible del marco
albirrojo, daba pocas opciones por entonces a sus compañeros de
equipo. Infante marchó a La Línea para jugar en una Real
Balompédica en la que otros dos algecireños como él eran hombres
clave: Andrés Mateo ya en su faceta de técnico y un Manuel Marín
“Periquito”pleno de facultades.
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MANUEL DÍAZ “LOLO”
El apellido
Díaz debe aparecer en la historia del Algeciras Club de Fútbol
con letras mayúsculas. Los hermanos Paco,
Aurelio y Manuel Díaz escribieron páginas muy brillantes para el
balompié local y andaluz. Lolo Díaz era un interior izquierdo
con mucho gol, que vistió la albirroja y jugó en equipos como el
Club Deportivo Castellón. Su trayectoria se desarrolló,
fundamentalmente, en la década de los cuarenta. Esta foto se la
hizo en 1942 con la camiseta castellonense y ha sido publicada
por Manuel Martín en la sección Isla Verde, que este emblemático
profesional de la imagen impulsa en el diario Europa Sur. Regate,
habilidad y fantasía constituían las señas de identidad del
juego de los Díaz.
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JAVIER VENTURA
No diga
velocidad, diga Ventura. Este futbolista encontró en el
Algeciras CF de los setenta y los ochenta el mejor escenario
para desplegar su potencial. Aún deben resoplar por la Cuesta
del Rayo vientos que Ventura movía con una velocidad endiablada
que volvía locos a los defensas rivales. Sus inicios hay que
buscarlos en equipos catalanes tales como los integrados en
peñas barcelonistas o Sant Feliu de Llobregat, Sant Feliu de
Guixols y Lloret de Mar. Ventura estuvo casi una década en el
Algeciras, desde mediados de los 70 a mediados de los 80, una
época en la que brindó a los aficionados muchos goles y un
pundonor a prueba de bombas. Ventura estaba en el equipo que
ascendió a 2ªA contra el Gerona en 1978. Una vez desvinculado
del club, este futbolista pasa por San Pedro, Hospitalet,
Tarifa, Estepona y el desaparecido Jimena. La dirección técnica
desde los banquillos es otro de sus fuertes.
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MANUEL GUTIÉRREZ "MANOLITO"
La afición
del Algeciras convirtió a Manolito, un buen interior derecha, en
central. Las protestas de la grada hicieron que Andrés Mateo
cediera y desplazara a este sensacional futbolista de su
demarcación primitiva. Ni el público ni Mateo se equivocaron.
Manolito fue un trotamundos del balompié que jugó en Algeciras,
Estepona, Xerez, Real Balompédica Linense, Hellín Deportivo,
Melilla y Rayo Vallecano. Apasionado del fútbol y de los colores
rojiblancos, Manolito era un defensa potente que también
atesoraba gol. Los sesenta y los setenta fueron su época. Este
futbolista jugó con los Paquillo, Pérez Férez, Quindejo, Salcedo
o Ángel Sáez, entre otros.
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JOSÉ ANTONIO OMIST
Cuentan los
aficionados albirrojos de más edad que el mejor guardameta en la
historia del Algeciras Club de Fútbol ha sido José Antonio Omist.
Apodado “El Gato Negro” por el color permanente de su
indumentaria y su agilidad de felino, Omist no tardó en ganarse
el cariño de la hinchada, que lo veía como un auténtico seguro a
todo riesgo bajo la portería rojiblanca. Y eso que, en
principio, parecía que no lo iba a tener nada fácil. Omist fue
elegido por el Algeciras en una de las etapas más cruciales de
su trayectoria como entidad, con el primer
equipo compitiendo en la Segunda División por primera vez en su
historia. Más bien bajito y entrado en carnes, este portero no
tenía rival en el uno contra uno, una faceta en la que brillaba
especialmente. Estaba sobrado de valentía y de decisión a la
hora de alejarse de los tres palos para hacerse con el balón. Su
predecesor en la puerta había sido Luis Torollo, otro ídolo con
mayúsculas cuyo nombre está escrito con letras de oro en el
mítico ascenso logrado en 1963 frente al Atlético Baleares.
Omist protagonizó su leyenda algecirista gracias a estiradas
imposibles y paradas espectaculares en un equipo en el que le
acompañaban los recordados Nelly, Hita, Garre, Polo… y muchas
otras figuras imborrables. Este conjunto de futbolistas estuvo a
punto de ascender al Algeciras CF a Primera división en la
temporada 1964/ 65. El gran mérito de Omist es ser uno de los
profesionales más significados en aquella constelación de
estrellas en rojo y blanco.
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MANUEL CAMARGO
Camargo no se
ganó su apodo futbolístico de “Pedernal Camargo” por casualidad.
Este defensa central albirrojo, clave en la temporada del
regreso a Segunda –la 1977/ 78- era duro y expeditivo como
pocos. Verlo jugar era deleitarse con su entrega y su derroche
de energía. De tal manera que se convertía en el clásico seguro
atrás. A Camargo le tocaba marcar a los atacantes rivales más
peligrosos, una tarea de la que solía salir triunfante. Su
carrera deportiva fue larga. Jugó en el Real Melilla, Atlético
Malagueño, Jerez, CD Málaga, Eldense, Atlético Marbella y
Algeciras. Desde El Mirador marchó una campaña cedido al
Estepona, para regresar luego a la entidad rojiblanca y
retirarse de la práctica del fútbol en nuestra ciudad. La Liga
antes referida, la 77/78, la concluyó gravemente lesionado y se
perdió los últimos partidos. Sin embargo, Camargo era el único
integrante de la plantilla que el club había renovado para que
participase en la nueva andadura en la categoría de plata. Sus
potencialidades hicieron pensar a muchos que Camargo se
asentaría en Primera división. Él mismo explicó a Maestranza por
qué no pudo ser así: “No he llegado a más por ser más un jugador
de fuerza que de técnica, fui un obrero del fútbol y siendo
obrero es casi imposible llegar a ser director”. Su derroche, no
obstante, permanece en el recuerdo del algecirismo.
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MIGUEL BELMONTE
El nombre de
Miguel Belmonte está inscrito con letras de oro en la historia
del fútbol local y andaluz. Este algecireño -que repartió sus
pasiones entre el balompié y los toros- fue campeón
de Liga con el Sevilla Fútbol Club en la temporada 1945/ 46.
Belmonte había llegado en esa campaña a la capital hispalense
procedente del Jerez, precisamente en unos instantes en los que
otro mito algecireño de la entidad, Andrés Mateo, la abandonaba.
Dos años después,
en la 1947/ 48 se proclamó
campeón de Copa con un Sevilla en el que se había convertido en
indiscutible. Algeciras CF, Sevilla, Jerez, Real Jaén o Hércules
de Alicante, entre otros, tuvieron la oportunidad de disfrutar
de los servicios de un defensa elegante y sobrio. Como
entrenador también tuvo ocasión de dejar patente su sabiduría: a
punto estuvo de ascender al Algeciras a Segunda por primera vez
en su historia en la 1957/ 58. Una dolencia cardiaca acabó con
su vida el viernes 26 de julio de 1996.
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JOSÉ FAJARDO TAPIA "PEPE TAPIA"
Tapia era un
auténtico cañonero. Y quisieron los dioses del balompié que
marcara el primer gol de la historia del viejo estadio El
Mirador. El 16 de junio de 1954 se enfrentaron en el estreno de
este campo el Athletic de Bilbao y la Selección Andaluza de
Fútbol. Un balón suelto recogido por Tapia a los pocos minutos
del comienzo del encuentro fue la antesala de un trallazo ante
el que no pudo hacer nada el mítico portero vasco Carmelo Cedrún.
Andalucía perdió 1/5, pero Tapia ya se había hecho a esas
alturas un hueco propio y eterno
en la historia del deporte local y de la ciudad. El delantero
algecireño debutó en Primera división con el Real Murcia. Su
formación discurrió por la cantera que representaban equipos
como Rosaleda, Salesianos, Iberia o Corchera Española. Al
Algeciras llega en la temporada 1952/ 53, estando en Tercera
división. De aquí marcha a Murcia pero regresa al España de
Algeciras de la Segunda división, que resultó de la fusión entre
el propio Algeciras y el España de Tánger. En la liga 1956/ 57
estuvo en el Atlético Murcia (Segunda) y después permaneció en
el Rácing Portuense tres años, donde marcó una media de 28 goles
por campaña. En la recordada Liga 1962/ 63, la del primer
ascenso del Algeciras a Segunda, Tapia marcó 36 tantos. Una
grave lesión sufrida en La Rosaleda fue el principio del fin de
su carrera. El centrocampista portuense Asencio marcó para el
Algeciras el último gol de la historia de El Mirador, en un
triste partido de descenso a Tercera en la Liga 1998/ 99.
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JOSÉ MÁRQUEZ POLO
El segundo
apellido de José Márquez está inscrito con letras de oro en la
historia del Algeciras. Polo encarna al clásico futbolista
algecireño de clase que, por su categoría, fue mientras estuvo
en activo un auténtico
trotamundos de este deporte. Producto de la cantera, Polo jugó
en equipos locales como el Atlantic. Después su trayectoria tuvo
diversas estaciones en el Iliturgi (Tercera división), Algeciras
CF, CD Juan Sebastián Elcano (Tercera) y Real Balompédica
Linense. Vuelve al Algeciras y es fichado por el Sevilla FC
junto a Juan López Hita para jugar en Primera División. Tras su
estancia en la capital andaluza, estuvo en el Pontevedra, el
Villarreal y el Racing Portuense. Polo era un goleador nato, que
a punto estuvo de fichar por el Atlético de Madrid cuando estaba
en el Sevilla. Simboliza también la excelente relación que
siempre ha existido entre la entidad hispalense y el Algeciras,
cristalizada en un permanente trasiego de futbolistas entre el
Sánchez Pizjuán y El Mirador.
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LORENZO PÉREZ GARCÍA "LOREN"
Es fácil ver
a Loren paseando por Algeciras en chándal, luciendo unos 70 años
que no los parecen. Este personaje también ha sido sinónimo
de
gol. De dar patadas a pelotas de trapo en los llanos de El
Calvario, pasó Loren a formar parte de la plantilla del
Algeciras con 18 años. Sólo estuvo vestido de rojiblanco seis
meses. Después permanece cinco temporadas en el Sevilla y una en
el Granada CF, desde donde vuelve a la capital hispalense.
Finalizó su carrera en el Mallorca. Realmente, Loren formalizó
su leyenda en el Sevilla, en el que llegó a marcar 15 goles en
Primera división en una sola temporada. Facilidad goleadora y
versatilidad en los puestos de ataque fueron sus principales
características. Pudo haber jugado en la selección española,
pero una lesión se lo impidió.
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JOSÉ ANTONIO ASIÁN CARDO
Asián, como
siempre le llamará la afición de Algeciras, volvió a la entidad
en la temporada 2002/ 2003. Fue un regreso por la puerta grande,
después de una trayectoria como técnico que se ha caracterizado
siempre por sacar el máximo provecho a plantillas modestas. Así
logró que el Cortijillos llegase a jugar la liguilla de ascenso
a Tercera en la 2001/ 2002 o, antes, mantener líneas de
regularidad con equipos como Barbate, Guadiaro o Pastores. Asián
se formó en las categorías inferiores del Sevilla hasta alcanzar
la primera plantilla del club de Nervión y jugar en Primera
división, desde donde fue traspasado al Algeciras. Aquí
consolida una trayectoria como hombre de la defensa y el centro
del campo que se basa en la solidez y la contundencia. Asián fue
pieza clave del Algeciras del ascenso a Segunda A en la Liga
1982/ 83. Tenía un fuerte disparo y una habilidad cierta en los
lanzamientos de falta que dejaron goles en su haber. Su primera
presencia en el banquillo de El Mirador fue amarga: no pudo
evitar el descenso a Tercera en la temporada 1988/ 89. En
tiempos posteriores estuvo también como entrenador en Tercera y
con el Algeciras, pero fue cesado en Montilla tras una racha de
malos resultados. Eran los inicios de la
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